Historia de una reconciliación

Caminando de noche por las calles,
con el aire frío y calante,
te encontré de nuevo,
y mi alegría fue tan grande.

Te dije ! hola ! con voz entrecortada,
tú respondiste ! qué tal !
mi corazón latía fuerte,
y mi emoción sobresaltada.

Me dijiste: ¿cómo te va ?,
contesté: muy bien y a decir verdad,
sabía que le mentía pues sin ella,
todo era soledad.

Miré sus ojos y en ellos vi...
la mirada de un alma infeliz,
aunque ella fingía yo sabía,
que no la pasó bien sin mí.

Mi pupila se clavó en la suya,
y yo trataba de decirle ! mi amor !,
imaginaba que en su mente,
pensaba y recordaba lo mismo que yo.

Todo era silencio, sólo una miradas,
que querían decirse tanto,
por fin abrí mi boca y le dije :
! perdóname, yo te sigo amando !

Una lágrima brotó de sus ojos,
agachó su cabeza y al levantarla,
entre sonrisas y sollozos, dijo :

"Sé que fue mi culpa,
perdóname tú, cariño mío,
con tu ausencia he aprendido,
que mi vida también es tuya "

Al oír esto yo,
temblando de emoción,
latiendo más aprisa mi corazón,
sabía que era la reconciliación.

Nos abrazamos sin pensar,
sus labios se unieron a los míos,
y aquel pasado tan triste,
esta noche quedó en el olvido.

© Copyrigth, Todos los derechos reservados por Víctor Manzano Vélez.