Un puñado

(De María Ahumada -- Chile)
 

De cenizas fresca
como recién fumado de
un cigarrillo . . .
ciega estoy de tristeza
mi alma llora
un verso convertido en frase,
se vuelve como un misterio,
como un suspiro de una tarde fría,
el cielo se nubla, no hay estrella
ya no se escuchan voces,
todo está en silencio,
como un río sin piedra . . .
me toco mi pecho y miro el suelo,
la cenizas siguen allí,
el rojo provocaba pasión,
a mis ojos como una hermosa primavera
nada es alegría, todo es llanto
de malos recuerdos
como una sencilla oscuridad de una eterna
despedida de un puñado de ceniza

Soy muy sensible